Denominada comúnmente como «mandíbula corta» se trata de una deformidad facial que suele ser estéticamente desagradable. Normalmente, la mordida está muy abierta y el mentón es poco prominente. En los casos más acusados el mentón es del todo inexistente. La retrognatia mandibular comprende un tratamiento que combina la cirugía maxilofacial con la ortodoncia en los casos más acusados y cuyos resultados positivos son fácilmente detectables por los usuarios. 

Causas y tratamiento

Las causas de la maloclusión, normalmente, están asociadas, o bien, a factores genéticos, o bien, a malos hábitos adquiridos en la infancia. El uso de chupete hasta edades tardías es uno de los principales inconvenientes que se barajan al respecto y está muy asociado a que en un futuro existan deformaciones en el paladar, lo cual trae aparejadas, obviamente, otra clase de alteraciones.

En lo que respecta al tratamiento, se debe destacar la importancia del tipo de retrognatia:

• Retrognatia aislada: Conllevará un avance mandibular mediante la cirugía maxilofacial.
• Retrognatia -ausencia de proyección del mentón: mentoplastia y avance mandibular.
• Retrognatia «cara plana»: Avance bimaxilar.

Estas intervenciones no suelen darse de manera aislada, es decir, habitualmente, se le suman a los procesos en los cuáles entran las ortodoncias y las revisiones periódicas. La intervención quirúrgica no suele requerir hospitalización salvo en los casos más complejos y se trata de una de las principales vías que se utilizan para eliminar las deformidades faciales. Especialmente se elige la cirugía debido a que, a nivel estético, los pacientes suelen estar bastante incómodos con los tratamientos. Es por esta razón por la que suelen tener mucho éxito.