Cuando pensamos en la presencia física en el trabajo a todos nos viene a la mente la cantidad de oportunidades laborales que se pueden ganar – o perder – dependiendo de la estética o de la apariencia. Es por ello que la cirugía estética facial, lejos de ser únicamente un aspecto relacionado con la imagen o la autoestima, repercute directamente en la vida laboral del paciente, en parte por esta falta de autoestima y en parte porque se trata de una cuestión muy vinculada a conseguir el éxito en cualquier aspecto dentro de la sociedad en la que vivimos.
La cirugía estética facial para promocionarse laboralmente
Cuando se menciona la cirugía estética se tiende a pensar en la exuberancia y en unos rasgos exagerados. Sin embargo, esto no es del todo así. Y es que la cirugía estética facial abarca un amplio espectro de alteraciones en el rostro que no tienen que ser artificiales. Esto sucede en el caso de las maloclusiones que crean asimetría en el rostro y lo afean generando poca armonía. en el rostro. Es sorprendente lo que una corrección en estas alteraciones puede conllevar en el rostro de una persona, consiguiendo estilizarlo enormemente.
De la misma manera sucede en el caso de que la mandíbula sea excesiva o insuficiente, afectando a la armonía del rostro debido a un mentón demasiado prominente o todo lo contrario. La cirugía maxilofacial tiene, de hecho, la respuesta a innumerables asimetrías del rostro ya que en muchos casos dicha asimetría tiene qué ver justamente con alteraciones de este tipo. Ante esto, el especialista puede intervenir y elaborar un diagnóstico personalizado en el que, además de conseguir mejorar la salud, sea posible que la vida laboral y profesional del paciente enormemente.