La extracción de cordales es una práctica incluida en la cirugía maxilofacial que consiste en eliminar las muelas del juicio. Esta práctica tan extendida en la actualidad tiene su origen en la necesidad de eliminar estas cuatro muelas vestigiales que en la actualidad son completamente inútiles y que no aportan ningún beneficio en materia de salud. Muy al contrario, suelen generar complicaciones como puede ser el “corrimiento” del resto de dientes o tensión temporomandibular. Para evitarlo, la cirugía maxilofacial cumple una función determinante.
Las muelas del juicio y su extracción
La extracción de las muelas del juicio en un pasado solía ser desarrollada únicamente por el odóntologo. Sin embargo, las complicaciones que pueden surgir en el aparato maxilofacial han sido determinantes para definir una nueva tendencia según la cual se extraerían en la consulta de este especialista. Esto es debido a que, en algunos pacientes, las muelas cordales se encuentran situadas demasiado encajadas en la mandíbula y una incorrecta sustracción puede ser el desencadenante de infecciones.
Normalmente, cuando las muelas del juicio tienen suficiente espacio y se encuentran en posición normal se dejan pero lo más habitual es que salgan torcidas o que no lleguen a romper la encía. En estos dos últimos casos, la intervención es obligatoria ya que su no extracción puede desencadenar problemas en la mandíbula, en la dentadura o complicaciones tales como infecciones que revertirán negativamente en la cicatrización y que pueden traer complicaciones graves como nódulos.
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