Después de la intervención quirúrgica que sigue al diagnóstico de cáncer oral nos encontramos habitualmente con que el cáncer oral tiene solución. De hecho, el tratamiento incluye habitualmente cirugía maxilofacial. Una vez extirpado el papiloma es imprescindible continuar con un seguimiento que, aunque suele ser personalizado requiere, igualmente, de que todas las características se tengan en cuenta. Sin duda nos encontraremos con una de las grandes cuestiones relacionadas con lograr mantener «a raya» ese peligroso cáncer oral.
Cómo es el seguimiento después de un cáncer oral
- Exámenes físicos periódicos: Es habitual que después de haber sufrido un cáncer oral se tengan que realizar exámenes físicos diversos, entre ellos tal vez los más importantes sean el maxilofacial y el dental. En todo caso se irán espaciando a medida que pasen los meses.
- 2 o 3 años en alerta: Es el mínimo recomendado a estar y se trata de una de las opciones que están marcadas principalmente por diversas posibilidades entre las cuáles destacarán inevitablemente todas las opciones adheridas a lograr las máximas oportunidades. Y es que normalmente el cáncer bucofaringeo tiene un periodo de latencia de un máximo de tres años, después de los cuáles es posible relajarse sin dejar de lado las revisiones.
- Control cada 2 meses durante el primer año: Es una de las alternativas más comunes y es bastante habitual contar con ello. Asimismo, deberemos contar con que en el caso de que se sufran complicaciones las posibilidades estarán delimitadas principalmente porque pasados los tres primeros años el riesgo disminuirá sensiblemente.